jueves, 10 de noviembre de 2011

De la música a las estrellas

(Herschel, Herschel y Herschel)

-Notas de una charla en Acodea, julio 2009, por Marie Lissette Alvarado-

Wilhelm (William) Friedrich Herschel  nació el 15 de noviembre de 1738 en Hannover, Prusia, hoy Alemania. De joven escogió como  profesión músico, algo muy natural para él y su familia, ya que su padre  Isaac Herschel  era director de la banda de Guarnición Hannoveriana. Su madre se llamó Anna Ilse Moritze.
A los 19 años se traslada con su hermano Jacobo a Inglaterra, a la región de Bath, allí fue oboísta y organista. Tocaba, dirigía, componía y daba clases. Su popularidad como profesor de música era tal, que llegó a tener 35 clases particulares a la semana. Sus logros musicales no son nada despreciables: entre otras obras, compuso 24 sinfonías entre 1760 y 1764 (todas en tres movimientos), una docena de conciertos para varios instrumentos (violín, viola, oboe y órgano), sonatas para clavicordio y violín, piezas para clavicordio y órgano, y algunos salmos e himnos, cuya calidad no desmerece ante las composiciones de Bach en aquella época.
William convenció a su hermana Caroline para que fuera a vivir con él a Bath y lo acompañara como cantante. En sus ratos libres, los hermanos compartían su afición por la Astronomía. El interés de Herschel por la teoría de la música le condujo a la matemática y en última instancia a la astronomía. A pesar de su extraordinaria actividad musical en esa época, siempre se dio tiempo para leer libros de matemática, óptica y astronomía.
La primera observación anotada por William, un dibujo de la Nebulosa de Orión, la realizó el 4 de marzo de 1774, cuando tenía 35 años. Fue el comienzo de su carrera astronómica, que por varios años más compaginó con la música, que le daba el sustento.

En el curso de una de sus revisiones del firmamento, hecha con un telescopio de 1.2 m de apertura y 12.2 m de distancia focal, creado por él mismo y perfeccionado con la ayuda de su otro hermano Alexander, William Herschel, de 43 años, hizo un descubrimiento que cambió el curso de su vida.
El 13 de marzo de 1781, entre las 10 y 11 de la noche, descubrió un objeto en la constelación de Gémini, que al principio tomó por un cometa. Su estudio posterior indicó que era un nuevo planeta, Urano, el primero descubierto desde la antigüedad.
Hasta entonces, los únicos planetas conocidos eran los seis que podían observarse a simple vista. Nadie había previsto un planeta más y la sorpresa del descubrimiento hizo famosos a Herschel y a su telescopio.

La notable habilidad técnica de William Herschel lo llevó a fabricar los mejores telescopios de su época, incluso superiores a los que se usaban en el Observatorio Real de Greenwich, convirtiéndolo en el astrónomo más destacado del siglo XVIII. En una ocasión un amigo le envió una copia del nuevo catálogo de 103 nebulosas publicado por Charles Messier (1730-1817) y Pierre Méchain y el astrónomo se apresuró a enfocar con su maravilloso telescopio aquellos objetos, con la esperanza de descubrir algunos que los autores del catálogo hubieran pasado por alto.
Ideó un método de apreciación de magnitudes comparando la diferencia de brillo de dos estrellas observadas simultáneamente y empezó a elaborar el principio de un nuevo catálogo. En 1798 publicó, junto con Caroline, su obra principal: Catálogo de las Estrellas. Todos los catálogos modernos de galaxias parten del suyo, el cual es conocido como el Catálogo General.

Gracias a la calidad de sus telescopios, concentró sus observaciones en los cuerpos celestes más distantes. La distribución espacial de las estrellas se convirtió en su principal objetivo de  investigación, iniciando una rama de la astronomía que hoy se conoce como estructura galáctica.
Sus descubrimientos fueron notables para su época; de hecho, muchas de sus observaciones y deducciones no pudieron apreciarse plenamente hasta el siglo XX.
Por ejemplo, comprendió que, debido a la velocidad finita de la luz, vemos los objetos celestes lejanos tal como eran en el pasado. Cuando escrutamos la profundidad del Universo, lo vemos tal como era hace miles de millones de años, cuando se emitió esa luz que nosotros recibimos ahora. Es decir, el Universo contiene el testimonio de su pasado. Tal hecho permitió llegar a la idea evolutiva del Universo, hoy predominante.

En 1800, William Herschel hizo otro descubrimiento muy importante. Estaba interesado en aprender cuánto calor atravesaba los filtros de diferentes colores que utilizaba para observar el sol, ya que notó que filtros de diferentes colores parecían pasar distintos niveles de calor. Pensó que los colores por sí mismos podrían contener diferentes niveles de calor, por lo cual diseñó un experimento para investigar su hipótesis.
Dirigió la luz del sol a través de un prisma de cristal para crear un arco iris y midió la temperatura de cada color y notó que su temperatura se incrementaba desde el violeta a la parte roja del espectro. Como control, Herschel decidió medir la temperatura más allá la porción roja del espectro, en una región aparentemente desprovista de luz solar. Para su sorpresa, encontró que esta región tenía la temperatura más alta de todas.

Realizó más experimentos sobre lo que llamó rayos caloríficos que existían más allá de la parte roja del espectro y encontró que fueron reflejados, refractados, absorbidos y transmitidos igual que la luz visible. Lo que había descubierto era una forma de luz o radiación más allá de la luz roja. Estos rayos caloríficos se renombraron rayos infrarrojos o radiación infrarroja.
El experimento fue importante porque era la primera vez que alguien mostraba que había formas de luz que no eran visibles al ojo humano.
William murió en su casa de Slough el 25 de agosto de 1822, a los 83 años.  Pero a pesar de su total entrega a la astronomía y a sus investigaciones, jamás renunció del todo a la música, pues disfrutaba de ella en forma personal.

Caroline Lucretia Herschel nació el 16 de marzo de 1750 en Hannover. Su padre procuró una educación polifacética a sus cuatro hijos varones, enseñándoles música, matemática, astronomía, filosofía y francés.
Sus dos hijas, como era habitual en la época, estaban destinadas a no aprender sino las tareas domésticas. Sin embargo, Caroline enseguida mostró interés por las conversaciones que tenían lugar entre su padre y sus hermanos.
En su afán de aprender, pronto encontró el apoyo paterno, que la hizo interesarse por la música y las ciencias. Ella recordaba como inolvidable la noche en que su padre le mostró las primeras constelaciones, así como un cometa que entonces era visible.
Su deseo de independizarse sólo se vio plenamente realizado cuando, a los 22 años, su hermano William la llevó con él a Inglaterra.
En Bath, él tenía la música como profesión y siempre muy cercano a su hermana, le enseñó canto e inglés. Además de ser cantante, Caroline ayudaba a su hermano en sus actividades musicales y juntos disfrutaban el tiempo libre con la construcción de telescopios. En la medida que pasaba el tiempo, ella iba ahondando sus estudios de matemática y Astronomía.
Así, mientras se ocupaba del mantenimiento de la casa de William, Caroline pudo retomar sus dos grandes aficiones: la música, donde se destacó como una excelente soprano y la astronomía, donde  pronto empezó junto con su hermano a pulir espejos para la construcción de telescopios y a ayudarle también en la catalogación y revisión de sus observaciones, aplicando para ello los conocimientos matemáticos que había podido adquirir. En poco tiempo pasó de discípula y ayudante de su hermano a colaboradora.
Además de ayudar a William en su trabajo, Caroline empezó a buscar cometas con un reflector de 150 milímetros, construido por ella misma. La mayor parte del tiempo realizaba observaciones de precisión sobre las que había hecho su hermano en la noche previa y para William fue una ayuda inestimable el tratamiento matemático que su hermana hacía de los datos por él obtenidos. 

El primer día de agosto de 1786, cuando William estaba en Alemania, Caroline Herschel descubrió su primer cometa, el cual fue descrito como el primer cometa femenino. Este descubrimiento empujó a la fama a la astrónoma de 36 años. Le valió un sueldo de 50 libras anuales por parte del rey Jorge III y el reconocimiento de las autoridades científicas de la época, que acogieron, con recelo unos y con admiración otros, algo tan inédito como el trabajo científico de una mujer. Fue la primera en tener una elevada posición en las ciencias y la monarquía, siendo recibida en varias ocasiones por la familia real.

El segundo cometa descubierto por ella resultó ser uno con período de 150 años. Descubrió en total ocho cometas en once años (entre 1786 y 1797), además de doce nebulosas. Continuó durante años su labor de catalogación, calculando las posiciones de sus descubrimientos y los de su hermano. Sus cálculos fueron siempre de una notable exactitud.
Los objetos de cielo profundo descubiertos por ella fueron incluidos en el catálogo que elaboró junto con William y actualmente figuran en el Nuevo Catálogo General, incluyendo nebulosas, galaxias espirales e irregulares y cúmulos abiertos.

Uno de sus grandes trabajos fue la reorganización del Catálogo Británico de John Flamsteed. Ella se dedicó a revisar y ordenar el catálogo estelar y en 1798 envió a la Real Sociedad Astronómica su Índice de Observaciones de Estrellas Fijas de Flamsteed, con una lista de 560 estrellas que éste había omitido.
Durante los siguientes 25 años se dedicó a la educación de su sobrino John, quien continuaría la saga familiar de astrónomos. Tras la muerte de William en 1822, Caroline regresó a su ciudad natal, Hannover. Durante esta época como investigadora independiente, produjo un catálogo de 2,500 nebulosas y recibió la medalla de oro de la Real Sociedad Astronómica por este trabajo.
En sus últimas décadas preparó los 8 volúmenes de la obra de William para su sobrino John, quien continuó el trabajo de su padre. Ella era ya una celebridad en el mundo científico, recibiendo visitas de los más eminentes personajes, como Karl Friedrich Gauss.

En 1835, cuando contaba 85 años de edad, recibió el nombramiento de Miembro Honorario de la Real Sociedad Astronómica junto con la matemática y astrónoma Mary Somerville. Fueron las primeras mujeres en Inglaterra en tener ese título. El nombramiento honorario se debió a que los estatutos impedían hacer miembros de número a las mujeres.
Tres años más tarde, Caroline también fue nombrada Miembro Honorario de la Academia Real Irlandesa y en 1846, con motivo de su nonagésimo sexto cumpleaños, el Rey de Prusia le otorgó la Medalla de Oro de la Ciencia.
Caroline Herschel vivió 97 años, conservando hasta entonces una salud física y mental fuera de lo común. Murió el 9 de enero de 1848 en su casa de Hannover.

John Frederick William Herschel  (1792-1871), continuo el trabajo en astronomía de su familia; agregó 525 entradas al catálogo de su padre, publicado en 1833. En ese año viajó a Sudáfrica, para observar el cielo del sur y produjo un nuevo catálogo (suma familiar) con 5000 entradas.
Parece que en julio de 1830 John, pudo observar Neptuno, pero no lo reconoció como un planeta, confundiéndolo con una estrella.

Referencias adicionales:
Herschel: Symphonies Nos. 2, 8, 12-14, 17:
Symphonie No.8 de William Herschel 8th symphony:

William Herschel (1738-1822) Sinfonia N.24 in do maggiore per orchestra - Allegro assai:

Herschel.Sinfonía 5. III Allegro:

Herschel's Symphony in D Major

William Herschel NATS 101:

Sir William Herschel: infrared radiation and its applications :

William Herschels discovery of the planet Uranus :

The Life and Times of Sir William and Caroline Herschel:

Part 1 - Astronomy Cast - Episode 172 - William Herschel - Released (1-10-2010:

William Herschel version rock symphonie #8 Symphony:

William Herschel’s catalog of Deep Sky Objects: http://seds.org/messier/xtra/similar/herschel.html
Caroline Herschel’s Deep Sky Objects: http://seds.org/messier/xtra/similar/cher.html

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