sábado, 20 de diciembre de 2014

¿Por qué “Gata” solo podía ser gata?

Gata”, ese es el nombre que le damos, es un ejemplar de la raza “pelocorto americano(http://www.cfainc.org/Breeds/BreedsAB/AmericanShorthair.aspx), que vive en la casa de mi amiga Marie, es la mascota felina de Paola. Pero hay algo más, ya les contaré.



Gata
me agrada mucho, es un poco reservada no solo conmigo, sino también con las otras personas de la casa, pues nos brinda una amistad con respeto y con límites bien marcados.
Ha permanecido todo el tiempo dentro de los linderos de la propiedad, a pesar de que por el jardín interior podría salir a visitar el vecindario. A veces le gusta salir un rato por la puerta del garaje, pero nunca ha intentado cruzar la reja, solo sube por la escalera y se queda allí un rato, contemplando los movimientos de autos, personas, y uno que otro gato o perro que se dejan ver en las casas vecinas.



Le gusta hacer sus siestas en un sillón del segundo piso y ha aceptado como límite autoimpuesto un tapete, del cual no se sale.
No rasca sus uñas contra los muebles, ninguna alfombra ni pieza de madera ha sufrido daños, le gusta hacerlo contra un carrete de mecate que Marie le construyó, o contra el tronco de un árbol del patio.







Gata tiene varios juguetes, con los que se divierte, dos ratones y una bola de estambre, pero cuando termina de jugar, éstos quedan casi en el mismo lugar, no los deja tirados por  toda la casa. 


Además está aprendiendo a convivir con “Orión”, un conejo y antiguo residente, que de seguro tenía ya mucho territorio marcado. A veces se “enjachan”,  se corretean guardando la distancia, pero la mayor parte del tiempo se ignoran.
También me agrada porque come bien su alimento, sin melindres, supongo que ya sabe que ese concentrado y agua es lo que hay.

Cuando llegó a la casa, se veía que estaba por debajo del peso adecuado para su tamaño y algo descuidada; por lo que sus dueñas decidieron tomar cartas en el asunto y empezarla a cuidarla con esmero y cariño.  Así que se le comenzó a incluir dos veces al día en su dieta, pequeñas porciones de pescado, pero si no hay, no hace ningún berrinche. Últimamente toma pequeñas cantidades de leche (el veterinario recomendó que fuera deslactozada y sin grasa), esto ha permitido que en poco tiempo haya aumentado su peso.

Se le desparasitó y se le han puesto las vacunas de rigor para asegurarle una buena salud, lo cual ha empezado a ser efectivo pues se nota una recuperación asombrosa. Se le hace “paticure”(corte de uñas) cada cierto tiempo. El veterinario le calculó unos 5,5 años de edad.

Y de ahora en adelante, para su carnet de vacunas  e historial sus dueñas decidieron llamarla “Luna”. Así que para el resto de la historia la seguiremos llamando por su nuevo nombre, aunque aparentemente, a la gata no le interesa cual le pongan, mientras reciba amor, cuidados y alimentación, estará feliz y agradecida.

Cuando quiere alguna cosa diferente emite un “miau” de tono medio (mi, f= 330 Hz), o hace un acercamiento cometario, con "perihelio" en la pierna, produciendo sólo un suave roce con su rabo, muy semejante al pasaje del cometa Siding Spring por las vecindades de Marte.

Además y quizás es una de sus mejores cualidades para convivir con humanos; hace sus necesidades en la caja de arena, con buena puntería, sin producir derrames.

Por todo esto digo que Luna, es una gata bastante inteligente y educada, gracias al entrenamiento que ha recibido últimamente.
Parece sentirse muy feliz dentro de la casa y en el patio trasero, donde disfruta la mayor parte del tiempo descansando y durmiendo a pata suelta y cuando es posible, tomando prolongados baños de sol.
A Luna no se le molesta ni se le maltrata, ahora disfruta de mucha tranquilidad.

Poco a poco ha encontrado en su nueva familia la confianza para recorrer rincones y explorar, su curiosidad no conoce límites. Pero es dócil y cada vez se muestra más afectiva pero nunca abusa de ello, posee la habilidad de entretenerse por sí sola con sus pertenencias, pero si alguien está cerca y le presta un poco de atención, no desaprovechará la oportunidad para pedir que jueguen con ella unos cuantos minutos. Cariño es todo lo que necesita y luego luego se marcha tranquila a dormir por un buen rato.
Su pelaje corto, y con los cuidados que se le brindan siempre se ve limpio y saludable.



Si ha observado las fotos de Luna, se habrá dado cuenta que su pelaje es de tres colores, blanco, negro y café claro (aunque para algunos, éste último color es más un tono de anaranjado). Allí está la respuesta al por la qué Luna solo puede ser gata, no gato. Se debe a una mutación genética que solo crea hembras y se le conoce con el nombre de “calico”, que hace referencia a su patrón de colores, no a su raza.

Si la gata calico posee  color blanco exclusivamente en las regiones de sus cuatro patitas, pecho y abdomen, se les considera apropiados para concursar por una medalla a su característica belleza; pero aquellas que posean más blanco en otras regiones del cuerpo no son tomadas en cuenta  para concursos.
Parece que el gen mutante que produce ese patrón de colores, está estricta y fuertemente ligado al cromosoma x, el femenino. Por eso la combinación masculina xy casi nunca produce un macho calico,  y aunque en ocasiones sí han nacido machos calicos, éstos al llegar a su etapa adulta son estériles. El genotipo xx, siempre producirá una hembra calico y así resultó ser Luna.

Y bueno, algo de último momento, parece que Luna, al igual que sus dueñas, es zurda.

¿Sabía que el calico es el gato estatal de Maryland


Referencias adicionales:
Are Calico Cats Always Female
?,
The Genetics of Calico Cats
.

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