Por Marie Lissette Alvarado
(8 de abril de 1986)
EDiNEXO, 2025. ISBN: 978-9968-557-97-9
I acto
(En la casa de una familia de clase media, aparentemente común y corriente. La
madre de mal gusto para vestir, usa ropa ridícula, está absorta día y noche por
la radio. El padre; un alma de dios, un conformista y pasivo mediocre, lo que
haga su hijo está bien, aunque no sea lo correcto.
El hijo, llamado igual que su padre, Juan José, le dicen Juanito y quiere sobre
todas las cosas una computadora.
Al fin un día entró Juanito con su codiciada computadora que se la choriceó
a un amigo en turbios negocios; la única excusa que dio fue que la consiguió en
una compra y venta).
- Narrador: Juanito un muchacho de 17 años, consigue una computadora, -lo único que quiere- y la lleva a su casa, donde encuentra a su madre escuchando radio, desatendiendo sus deberes de esposa, madre y ama de casa.
La familia es de clase media y está contituida por Juana la madre, Juan José- el padre, Juanito y Jacinto los dos hijos.
- Juana: (Juana está escuchando la radio, masticando chicle y mira a su hijo al que siempre le llama nene, llegar a la casa en forma misteriosa con un gran paquete. Con voz exaltada, pero perezosa se dirige a su hijo.)
- Oye nene… ¿Qué es eso?
- Juanito: (con un tono despistado, trata de evadir la
pregunta de su madre con otra pregunta):
¿Qué cosa mami?
- Juana: ¡Eso que llevas entre las manos hombre!
- Juanito: Es el último grito tecnológico, y le dicen el ombligo.
- Juana: (pregunta con extrañeza): ¿El ombligo?
- Juanito: Si… porque todos tienen uno.
- Juana: ¡Suave, suave! ¿Y de donde conseguiste ese cachivache,
ombligo o lo que diantres sea?
- Juanito: ¡Ah!... un amigo me ayudó a hacer el chorizo… digo la
compra y… aunque con un poco de sacrificio la conseguí.
- Juana: (bajando el volumen del radio, pone sus manos sobre la cintura, dice con
cara de enojo)
- ¿Y a qué sacrificio te
refieres?... ¿En qué enredos o jaranas te has metido?
- Juanito: ¡Oh mi máma!... por una computadora yo sacrifico hasta
la vida.
- Juana: ¿Qué me cogistes?
- Juanito: Nada mi máma.
- Juana: No me mintás
porque cuando lo descubra te va a ir bien feo, ya sabés como soy cuando me enojo Juan José, así que más vale que aflojés y me digás la verdad.
- Juanito: (acorralado por las amenazas
de su madre le confiesa con cara de arrepentimiento):
- ¿Recuerdas las viejas joyas de
agüelita y los dientes de oro de agüelito?
- Juana: ¿Qué hicistes? (Finge que se descompone):
- ¡So bruto, te debería de
matar; qué sacrilegio!
(En su enojo toma lo primero que tiene a su
alcance –el radio- para reventárselo en la cabeza a su hijo, pero al ver que es
su adorado radio, se arrepiente y lo acaricia, mientras que Juanito que se había
encogido de hombros, abre un ojo y al verse fuera de peligro se endereza.)
- Juanito:
¡Pero
mamita!, no estás viendo que las computadoras son ahora una parte vital de
nuestras vidas y además me irá ayudando en mis estudios, en mi desarrollo
intelectual y… además. (Hace gestos de
que la está convenciendo)
- Juana; (Resignada
y con lágrimas en los ojos le indica a su hijo que se detenga y mueve su
cabeza para mostrarle que la convenció):
- Bueno (suspira)… al fin
y al cabo es para mejorar tu futuro.
(Mira hacia arriba, hace una oración y les
pide perdón a sus difuntos padres por lo que hizo su hijo):
- Mis negritos… perdónenlo
porque no sabe lo que ha hecho, pero piensen que es su nieto, ¡y que por él… todo!
- Juanito: Gracias
mi máma! (señala su
habitación)
- No permitás que nadie la toque,
porque como es de segunda no está funcionando
del todo bien y luego algo malo puede pasar…
- Juana: ¡Ay
mijito! Con ese basurero que tenés por
cuarto, quien va encontrar esa chanchada, solo usted… pero bueno, está bien
nene.
(En ese momento entra Jacinto, el hijo
menor – tres años menos que Juanito. Es muy atarantado y despistado como el
papá.)
- Juana: (vuelve a encender la radio, nota su presencia y le dice): ¡Jacinto… Jacinto!, que por orden de tu hermano no le
toques el ombligo para nada.
- Jacinto (ante lo que oyó pone cara
de sorprendido y se rasca ligeramente la cabeza, encoge momentáneamente los
hombros como si nada y dice): Tá bien… ma.
- Juan José Chapón: (Entra casi al mismo tiempo el esposo y padre, algo desaliñado y cansado del
trabajo. Se acerca a su esposa, la besa en la mejilla para saludarla. Juana,
sentada en su sillón favorito y apenas si desatiende la radio): ¡Hola mi amor!
- Juana: (con cierto desgano): Hola Juan.
(En
ese momento parece regresar a la realidad, se percata de la hora y con un gesto
de aparente admiración dice):¡Ay no!... La comida.
- JJ: ¿Qué… Otra vez…?
- Juana: ¡Ay Juan Chepe, qué pena!... pero no te preocupés ya te preparo unos bocadillos
y un fresquito (sale corriendo
hacia la cocina).
- JJ: Pues ni modo…
(Sube un poco el tono de su voz y habla en
dirección de la cocina para que le escuche su mujer):
- Pero de vez en cuando sería
bueno comer comida casera, preparada por tus manos, y sentarnos a la mesa como
la gente.
- Juanito: (Llega a la cocina, su
madre sigue atarantada, intentando preparar algo para su esposo, y lleno de
emoción le cuenta a su madre sobre los avances que ha hecho en su computadora): ¡Oye má! Vieras todo lo que he aprendido en la comp…
-Juana (colérica): Ay nene! Como se te ocurre molestarme en este momento con
cosas estúpidas y sin importancia, no ves que ni siquiera tengo lavados los
platos de ayer.
Tu papá ya llegó y me pescó sin la cena preparada, estoy viendo
que preparo rápido para llenarle la panza y que se vaya a dormir.
Si querés
comer algo ahí después te dejo lo que sobre, pero ahora no me jodás.
-Juanito: De por sí, ya no importa ma…
(Juanito refleja tristeza y decepción, sale
de la cocina y se dirige a la sala para conversar con su papá; pero es inútil,
éste apenas si le pone atención entre dormido y despierto. Se levanta y se
dirige a su habitación y enciende su computadora para hablar con alguien):... ¡Oh mis tatas!
- Computadora (Juanito sentado frente a
ella; la enciende pero se queda un
momento pensativo; de pronto la computadora le responde): ¿Qué te ocurre Juan?
- Juanito: Pues que ellos no me ponen atención, no les
importo y esa es la pura verdad!
- Computadora: Tú me importas, me preocupo por ti.
- Juanito: ¿De veras? Gracias, la verdad es que tenerte
conmigo ha sido las mejor experiencia de mi vida. Bueno,… (Mira el reloj acongojado) Tengo que irme pues mi novia
me espera.
- Computadora: ¡No te vayas! No me gusta que me apagues y me
dejes sola, … yo soy todo lo que necesitas.
- Jacinto (Entra inesperadamente a la habitación y le pregunta a su hermano): ¿Qué es eso, por qué estás
hablando a solas?
- Juanito: Nada… ¡aquí ni te metás!
- Jacinto (sin poner atención a su hermano se acerca curioso y
dispuesto a tocar): Qué bonita,… ¿qué es?
- Juanito (Colérico le pega en la mano y le dice sentenciándole con
el índice de su mano): ¡Te digo que nada idiota!
Y no te atrevas a tocarla porque no respondo.
(Jacinto se asusta y se retira, así también
velozmente se va Juan a donde su novia.)
II Acto
- Narrador: Juanito se encuentra con su novia Josefa. Una muchacha sencilla, para ella carece de valor charlar sobre asuntos de computadoras. Piensa que el noviazgo es para entregarse al amor y albergar la esperanza de llegar a casarse, criar hijos y engordar frente al televisor.
Josefa: (Poco a poco la dulzura de su rostro se va desvaneciendo. Constantemente y con angustia mira el reloj y balbucea algunas barbaridades para aplacar su cólera. No se percataba que Juanito llega por detrás)
- Juanito: (de sorpresa salta
como un conejo detrás de Josefa y dice.): ¡Mi amooooorrrr!
- Josefa (Se sobresalta, se toca el pecho del lado del corazón, lo
mira sobre exaltada y le grita): ¡Bruto, casi me matás del susto!
- Juanito (Se ríe de su gracia, la abraza y con un beso se disculpa): Perdona que me atrasara es
que de camino me topé con un compa que me prestó este libro que explica cómo
manejar las computadoras, ¿No te había contado que me conseguí una?
- Josefa (con el menor interés responde): ¿¡Ah! de veras? ¡Qué interesante! (Pero aunque quiso en ese momento
buscar algo de amor para que Juan olvidara el tema, este continuó con ferviente
entusiasmo.)
- Juanito:… También me prestó este juego electrónico portátil,
mira qué lindo, y eso no es todo, ¡es que está
chivísima!
- Josefa (con mueca de desprecio y con un tono de voz que da a entender
su hastío al respecto): Si, ya te dije que es muy lindo.
(Juanito ensimismado con el aparato no le prestó la mayor atención, cosa
que su novia consideró muy ofensivo y salida de sus casillas le dice muy
determinada.): Oíme bien Juanito, venís a verme
a mí o a jugar con esa cochinada.
- Juanito: ¡No es una cochinada, nena!
Solo quería terminar este nivel para salvarlo y ya. Además la tecnología nos lo
proporciona para disfrutarlo al máximo, eso para mí es bueno y lo disfruto a
mis anchas.
- Josefa (Trata de controlar la situación y un tanto seductora le
dice):
¿Y yo… Tampoco tengo derecho
de disfrutarte… un ratito a mis anchas?
- Juanito (Reacciona por un momento y actúa dulcemente y la abraza): Claro que si… ¡Mi amor!
(Pero justo a las espaldas de Josefa, Juanito empieza a leer en voz baja el
libro que le prestaron. Josefa al darse cuenta se separa de él furibunda,
moviendo los brazos y caminado de un lado para el otro explota en llanto).
- Josefa: ¡Es el colmo!... ya no te importo, ni soy interesante
para ti, soy como una piedra.
- Juanito (Confundido con la reacción de su novia): No mi amor, no es para tanto…
- Josefa: Sí… No lo niegues, creo que
si tuviera alambres y circuitos estarías enamorado realmente de mí.
- Juanito: No digas eso…
- Josefa: Tú eres el que se ha
convertido en una máquina insensible. Estúpido… No quiero volver a verte. (Se retira muy molesta, aún llorando y a
paso marcado.)
- Juanito (No sabe cómo reaccionar, se siente
desorientado y perplejo): ¡Mujeres! ¡Quién me tiene a mí metiéndome con ellas! (Le grita a Josefa.)
¡Tu eres la estúpida, no sabés lo que te acabas de perder! (Se retira para su casa diciendo para sí mismo): ¡Volverá!... apenas se le
pase la chicha… ¡Volverá… todas lo hacen!
III Acto
- Narrador: Juanito regresa a la casa entra arrastrando los pies, cabizbajo, tira la
puerta y se dirige lentamente a su habitación. Juana como siempre pegada a su radio se da cuenta de que su hijo tiene problemas
y cosa que nunca había hecho en su vida intenta infructuosamente establecer un
diálogo con su hijo.
- Juana: Nene, …¿Qué te ocurre?
- Juanito (Ni la mira y le responde en voz baja): Nada.
- Juana (Se acerca a su hijo y lo
intenta abrazar): ¿Pero esa cara mi vida?
- Juanito (Reacciona agresivamente quitándosela de encima y con gestos
de animal herido contesta): ¡Nada! … No me pasa absolutamente nada. ¡Dejáme en paz!
(Sin palabras Juana vuelve a su lugar y sigue oyendo radio.
Juanito entra a su habitación, se acerca a su computadora, la enciende, y
luego le pregunta con temor): ¿Me querés,… Te importo?
- Computadora:… Si… Te quiero.
- Juanito:… Uy que feliz que me hacés,
sabés lo preocupado que estaba de que no me respondieras.
Fíjate que mi novia ya no me quiere, a mis padres no les importo, ni les
interesa lo que hago, ni me comprenden.
Me siento solo, vacío, siento miedo en el cuerpo y frío en corazón, es un temor
a sentirme invisible en este mundo.
- Computadora: No te preocupes debes
confiar solo en mí, jamás te defraudaré porque soy tu amiga, te seré siempre
fiel y a tu servicio las veinticuatro horas si es necesario.
Recuerda que los seres humanos son malos e imperfectos; en cambio yo te daré
conocimientos, entretenimiento, buscaré lo que necesites y te ofreceré todas
las posibilidades para que te realices.
Tomaré las decisiones que dirijan tu vida por ti, porque me preocupo e intereso
en ti.
- Juanito (En un gesto de alegría; por
fin cree encontrar a alguien o algo a quien darle su cariño, obediencia y
absoluta confianza, y muy complacido le da las gracias y se despide): Gracias. No
necesito a nadie más a mi lado, contigo me siento seguro de mí mismo. Por ahora
te voy a apagar, buenas noches, hasta mañana.
(Al despedirse Juanito no se dio cuenta de que su hermano estaba escondido
observándolo.)
- Jacinto (Monólogo): Estoy solo, mi
hermano nunca me trata bien, ni me deja acercarme a sus juguetes. No importa lo
que yo haga, no importa lo que me esfuerce por caerle bien y ayudarle, siempre
quedo mal con todos y a se viven humillándome. Veré si su nueva amiga, también
quiere ser mi amiga y tome las decisiones de mi vida. Entonces ya no me
preocuparé más. Mañana apretaré ese botón rojo. Nadie se dará cuenta, Juanito y
papá estarán afuera y mi mama; … pues con la oreja pegada al radio.
(Es la mañana siguiente Juanito, Juan José y Juana, cada uno por su lado
toman café.)
- Jacinto (Curioso e imprudente entra a la habitación de su hermano, se
acerca a la computadora le habla
tímidamente): ¡Hola!
(La máquina no responde, se acerca más y dice):…¡Hola!, me llamo Jacinto… soy
el hermano menor de Juan; ¿quieres también ser mi amiga?
(Le aprieta todos los botones, conecta y desconecta cables): ¿Estás dormida aún?
(Las travesuras de Jacinto ocasionaron un cortocircuito, la sobrecarga lo
alcanza ocasionándole un shock y dejándolo inconsciente tirado en el piso. El escándalo y como se fue
la luz en la casa, todos llegan al cuarto de Juanito).
- Juana (Al ver su hijo tirado en el suelo y sin acción alguna se lanzó
llorando sobre su hijo, mientras que Juanito se lanzó sobre su computadora que
ahora inservible solo echaba humo): Jacinto,
Jacinto, mi vida, mi cielo. Háblame, decime algo. Juan, Chepe… andá a llamar a la ambulancia, corré hombre, corré.
- Juanito (Examina la
computadora y ve que no funciona, se vuelve hacia su padre y le mira con
desesperación): Mi tata, la máquina no sirve porfa, llámame primero al técnico… Pá
nunca te pido nada, te lo suplico es una emergencia… Ayúdame.
JJ (Aturdido por las súplicas de ambos titubea y no sabe a quién
llamar primero, piensa unos segundos, mientras los otros le gritan.)
- Juana: Juan Chepe, la ambulancia,
la ambulancia.
- Juanito: El técnico, el técnico.
- Juana: Pero movete Juan Chepe… ¿o te quedaste pegado al piso?
- Juanito: Pá…, llama al técnico, que
sin la compu yo me muero, es toda mi vida.
- JJ: Juana…, yo creo que mejor
llamo al técnico para que el nene no sufra tanto… y luego llamo a la
ambulancia… Ya vengo.
- Juana (No daba crédito a lo que escuchaba, y boquiabierta se desmaya).
- Juanito (Al escuchar a su padre se vuelve feliz y acaricia a la
computadora como para confortarla; en ningún momento se preocupa por la
situación de su hermano):
- Tranquila amiga, ya te van a arreglar, no te preocupes,
yo nunca te fallaré, te seré siempre fiel.
(Juanito
le da un beso a la computadora, termina el acto).
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