(Herschel, Herschel y Herschel)
-Notas de una charla en Acodea, julio 2009, por Marie Lissette Alvarado-
Wilhelm (William) Friedrich Herschel  nació  el 15 de noviembre de 1738 en Hannover, Prusia, hoy Alemania. De joven  escogió como  profesión músico, algo muy natural para él y su familia,  ya que su padre  Isaac Herschel  era director de la banda de Guarnición  Hannoveriana. Su madre se llamó Anna Ilse Moritze.
A  los 19 años se traslada con su hermano Jacobo a Inglaterra, a la región  de Bath, allí fue oboísta y organista. Tocaba, dirigía, componía y daba  clases. Su popularidad como profesor de música era tal, que llegó a  tener 35 clases particulares a la semana. Sus logros musicales no son  nada despreciables: entre otras obras, compuso 24 sinfonías entre 1760 y  1764 (todas en tres movimientos), una docena de conciertos para varios  instrumentos (violín, viola, oboe y órgano), sonatas para clavicordio y  violín, piezas para clavicordio y órgano, y algunos salmos e himnos,  cuya calidad no desmerece ante las composiciones de Bach en aquella  época. 
William  convenció a su hermana Caroline para que fuera a vivir con él a Bath y  lo acompañara como cantante. En sus ratos libres, los hermanos  compartían su afición por la Astronomía. El interés de Herschel por la  teoría de la música le condujo a la matemática y en última instancia a  la astronomía. A pesar de su extraordinaria actividad musical en esa  época, siempre se dio tiempo para leer libros de matemática, óptica y  astronomía.
La  primera observación anotada por William, un dibujo de la Nebulosa de  Orión, la realizó el 4 de marzo de 1774, cuando tenía 35 años. Fue el  comienzo de su carrera astronómica, que por varios años más compaginó  con la música, que le daba el sustento. 
En el curso de una de sus revisiones del firmamento, hecha con un telescopio de 1.2 m de apertura y 12.2 m de distancia focal,  creado por él mismo y perfeccionado con la ayuda de su otro hermano  Alexander, William Herschel, de 43 años, hizo un descubrimiento que  cambió el curso de su vida. 
El  13 de marzo de 1781, entre las 10 y 11 de la noche, descubrió un objeto  en la constelación de Gémini, que al principio tomó por un cometa. Su  estudio posterior indicó que era un nuevo planeta, Urano, el primero  descubierto desde la antigüedad. 
Hasta  entonces, los únicos planetas conocidos eran los seis que podían  observarse a simple vista. Nadie había previsto un planeta más y la  sorpresa del descubrimiento hizo famosos a Herschel y a su telescopio. 
La  notable habilidad técnica de William Herschel lo llevó a fabricar los  mejores telescopios de su época, incluso superiores a los que se usaban  en el Observatorio Real de Greenwich, convirtiéndolo en el astrónomo más  destacado del siglo XVIII. En una ocasión un amigo le envió una copia  del nuevo catálogo de 103 nebulosas publicado por Charles Messier (1730-1817) y  Pierre Méchain y el astrónomo se apresuró a enfocar con su maravilloso  telescopio aquellos objetos, con la esperanza de descubrir algunos que  los autores del catálogo hubieran pasado por alto. 
Ideó  un método de apreciación de magnitudes comparando la diferencia de  brillo de dos estrellas observadas simultáneamente y empezó a elaborar  el principio de un nuevo catálogo. En 1798 publicó, junto con Caroline,  su obra principal: Catálogo de las Estrellas. Todos los catálogos modernos de galaxias parten del suyo, el cual es conocido como el Catálogo General. 
Gracias  a la calidad de sus telescopios, concentró sus observaciones en los  cuerpos celestes más distantes. La distribución espacial de las  estrellas se convirtió en su principal objetivo de  investigación,  iniciando una rama de la astronomía que hoy se conoce como estructura  galáctica.
Sus  descubrimientos fueron notables para su época; de hecho, muchas de sus  observaciones y deducciones no pudieron apreciarse plenamente hasta el  siglo XX. 
Por  ejemplo, comprendió que, debido a la velocidad finita de la luz, vemos  los objetos celestes lejanos tal como eran en el pasado. Cuando  escrutamos la profundidad del Universo, lo vemos tal como era hace miles  de millones de años, cuando se emitió esa luz que nosotros recibimos  ahora. Es decir, el Universo contiene el testimonio de su pasado. Tal  hecho permitió llegar a la idea evolutiva del Universo, hoy  predominante. 
En  1800, William Herschel hizo otro descubrimiento muy importante. Estaba  interesado en aprender cuánto calor atravesaba los filtros de diferentes  colores que utilizaba para observar el sol, ya que notó que filtros de  diferentes colores parecían pasar distintos niveles de calor. Pensó que  los colores por sí mismos podrían contener diferentes niveles de calor,  por lo cual diseñó un experimento para investigar su hipótesis. 
Dirigió  la luz del sol a través de un prisma de cristal para crear un arco iris  y midió la temperatura de cada color y notó que su temperatura se  incrementaba desde el violeta a la parte roja del espectro. Como  control, Herschel decidió medir la temperatura más allá la porción roja  del espectro, en una región aparentemente desprovista de luz solar. Para  su sorpresa, encontró que esta región tenía la temperatura más alta de  todas. 
Realizó  más experimentos sobre lo que llamó rayos caloríficos que existían más  allá de la parte roja del espectro y encontró que fueron reflejados,  refractados, absorbidos y transmitidos igual que la luz visible. Lo que  había descubierto era una forma de luz o radiación más allá de la luz  roja. Estos rayos caloríficos se renombraron rayos infrarrojos o radiación infrarroja. 
El  experimento fue importante porque era la primera vez que alguien  mostraba que había formas de luz que no eran visibles al ojo humano.
William  murió en su casa de Slough el 25 de agosto de 1822, a los 83 años.   Pero a pesar de su total entrega a la astronomía y a sus  investigaciones, jamás renunció del todo a la música, pues disfrutaba de  ella en forma personal. 
Caroline Lucretia Herschel nació  el 16 de marzo de 1750 en Hannover. Su padre procuró una educación  polifacética a sus cuatro hijos varones, enseñándoles música,  matemática, astronomía, filosofía y francés. 
Sus  dos hijas, como era habitual en la época, estaban destinadas a no  aprender sino las tareas domésticas. Sin embargo, Caroline enseguida  mostró interés por las conversaciones que tenían lugar entre su padre y  sus hermanos. 
En  su afán de aprender, pronto encontró el apoyo paterno, que la hizo  interesarse por la música y las ciencias. Ella recordaba como  inolvidable la noche en que su padre le mostró las primeras  constelaciones, así como un cometa que entonces era visible. 
Su  deseo de independizarse sólo se vio plenamente realizado cuando, a los  22 años, su hermano William la llevó con él a Inglaterra. 
En  Bath, él tenía la música como profesión y siempre muy cercano a su  hermana, le enseñó canto e inglés. Además de ser cantante, Caroline  ayudaba a su hermano en sus actividades musicales y juntos disfrutaban  el tiempo libre con la construcción de telescopios. En la medida que  pasaba el tiempo, ella iba ahondando sus estudios de matemática y  Astronomía. 
Así,  mientras se ocupaba del mantenimiento de la casa de William, Caroline  pudo retomar sus dos grandes aficiones: la música, donde se destacó como  una excelente soprano y la astronomía, donde  pronto empezó junto con  su hermano a pulir espejos  para la construcción de telescopios y a ayudarle también en la  catalogación y revisión de sus observaciones, aplicando para ello los  conocimientos matemáticos que había podido adquirir. En poco tiempo pasó  de discípula y ayudante de su hermano a colaboradora. 
Además  de ayudar a William en su trabajo, Caroline empezó a buscar cometas con  un reflector de 150  milímetros, construido por ella misma. La mayor  parte del tiempo realizaba observaciones de precisión sobre las que  había hecho su hermano en la noche previa y para William fue una ayuda  inestimable el tratamiento matemático que su hermana hacía de los datos  por él obtenidos.  
El  primer día de agosto de 1786, cuando William estaba en Alemania,  Caroline Herschel descubrió su primer cometa, el cual fue descrito como  el primer cometa femenino. Este descubrimiento empujó a la fama a la  astrónoma de 36 años. Le valió un sueldo de 50 libras anuales por parte  del rey Jorge III y el reconocimiento de las autoridades científicas de  la época, que acogieron, con recelo unos y con admiración otros, algo  tan inédito como el trabajo científico de una mujer. Fue la primera en  tener una elevada posición en las ciencias y la monarquía, siendo  recibida en varias ocasiones por la familia real. 
El segundo cometa descubierto por ella resultó ser uno con período de 150 años. Descubrió en total ocho cometas en once años (entre 1786 y 1797),  además de doce nebulosas. Continuó durante años su labor de  catalogación, calculando las posiciones de sus descubrimientos y los de  su hermano. Sus cálculos fueron siempre de una notable exactitud. 
Los  objetos de cielo profundo descubiertos por ella fueron incluidos en el  catálogo que elaboró junto con William y actualmente figuran en el Nuevo Catálogo General, incluyendo nebulosas, galaxias espirales e irregulares y cúmulos abiertos. 
Uno  de sus grandes trabajos fue la reorganización del Catálogo Británico de  John Flamsteed. Ella se dedicó a revisar y ordenar el catálogo estelar y  en 1798 envió a la Real Sociedad Astronómica su Índice de Observaciones  de Estrellas Fijas de Flamsteed, con una lista de 560 estrellas que  éste había omitido. 
Durante  los siguientes 25 años se dedicó a la educación de su sobrino John,  quien continuaría la saga familiar de astrónomos. Tras la muerte de  William en 1822, Caroline regresó a su ciudad natal, Hannover. Durante  esta época como investigadora independiente, produjo un catálogo de  2,500 nebulosas y recibió la medalla de oro de la Real Sociedad  Astronómica por este trabajo. 
En  sus últimas décadas preparó los 8 volúmenes de la obra de William para  su sobrino John, quien continuó el trabajo de su padre. Ella era ya una  celebridad en el mundo científico, recibiendo visitas de los más  eminentes personajes, como Karl Friedrich Gauss. 
En  1835, cuando contaba 85 años de edad, recibió el nombramiento de  Miembro Honorario de la Real Sociedad Astronómica junto con la  matemática y astrónoma Mary Somerville. Fueron las primeras mujeres en  Inglaterra en tener ese título. El nombramiento honorario se debió a que  los estatutos impedían hacer miembros de número a las mujeres. 
Tres  años más tarde, Caroline también fue nombrada Miembro Honorario de la  Academia Real Irlandesa y en 1846, con motivo de su nonagésimo sexto  cumpleaños, el Rey de Prusia le otorgó la Medalla de Oro de la Ciencia. 
Caroline  Herschel vivió 97 años, conservando hasta entonces una salud física y  mental fuera de lo común. Murió el 9 de enero de 1848 en su casa de  Hannover. 
John Frederick William Herschel  (1792-1871),  continuo el trabajo en astronomía de su familia; agregó 525 entradas al  catálogo de su padre, publicado en 1833. En ese año viajó a Sudáfrica, para  observar el cielo del sur y produjo un nuevo catálogo (suma familiar)  con 5000 entradas.
Parece que en julio de 1830 John, pudo observar Neptuno, pero no lo reconoció como un planeta, confundiéndolo con una estrella.
Referencias adicionales:
Herschel: Symphonies Nos. 2, 8, 12-14, 17:
Symphonie No.8 de William Herschel 8th symphony:
William Herschel (1738-1822) Sinfonia N.24 in do maggiore per orchestra - Allegro assai:
Herschel.Sinfonía 5. III Allegro:
Herschel's Symphony in D Major
William Herschel NATS 101:
Sir William Herschel: infrared radiation and its applications :
William Herschels discovery of the planet Uranus :
The Life and Times of Sir William and Caroline Herschel:
Part 1 - Astronomy Cast - Episode 172 - William Herschel - Released (1-10-2010:
William Herschel version rock symphonie #8 Symphony:
William Herschel’s catalog of Deep Sky Objects: http://seds.org/messier/xtra/similar/herschel.html
Caroline Herschel’s Deep Sky Objects: http://seds.org/messier/xtra/similar/cher.html















